Estoy preocupado… porque ahora resulta que tengo que saber chistes. Sí, sí…como lo oyes: C-H-I-S-T-E-S.
Hace un par de semanas nos dicen: tienes dos minutos para pensar un chiste. Un chiste! Pero si he sido, soy, y seré incapaz de memorizar un chiste! Y el resto de oyentes que están a tu lado piensan: pero como no vas a saber un chiste, todo el mundo sabe uno!
Claro, que ahora no importa si no sabes TODOS los nombres de los países de la Unión Europea, ni quien es la Ministra de Vivienda , el conflicto de MediaPro y los derechos del fútbol u otras informaciones de cultura general, NO PASA NADA, pero no saber un chiste!!! es como no saber de que hablan en el Tomate. Entonces una nube negra de prejuicios nubla la mente de todos los que están a tu alrededor a la voz unísona mental de: uff que mal rollo de tío que no tiene sentido del humor.
Pues no, coño, qué pasa, que todos tenemos que ser Arguiñanos y hacer como el típico amigo, conocido, compañero, familiar, que ve el programa sólo por el chiste final para aprender a tocar los huevos? Porque claro, lo que se dice de cocina… lo único que conoce son los huevos rotos y es porque más de uno se los dejamos así… no por no ser gracioso sino por “cantinflear”.
Bueno, que yo bastante tenía en mi vuelta al mundo con poder comunicarme como para aprender chistes. Contar me contaban, pero concluí que la gracia se debe quedar en el idioma... porque a mi no me llegaba.
Y todo el tema del chiste para explicar como funciona en un guión los tiempos dedicados a la exposición, confrontación y resolución. Claro, que todo depende del emisor, de la bola que se le dé y del público presente, porque como parezca que te interesa…prepárate a sufrir un monólogo peor que el de las bodas, porque ahí no hay cafetería donde esperar y luego llegar a tirar el arroz, que si te pierdes o sales del grupo es un “canteo” porque luego no puedes llegar a la resolución y reírte como si nada, porque el expositor en turno sabe que no has estado presente en las peripecias y nudos de acción y al finalizar, te cogerá del hombro, te sonreirá y te dirá: no te preocupes que sé uno muy bueno que me contaron…que te vas a mear!
Es ahí cuando dices: porque no viene un jaguar y se te come cabrón? y así colaboras a equilibrar el ecosistema.
En fin, es lo que tiene ser león y de familia numerosa. De momento no creo que aprenda ningún chiste, que para eso tengo un profesor que no sé si es real o está sacado de un comic; lo que si es cierto es que resulta sorprendentemente verosímil como actor… aunque lo verdadero, es que como guionista también lo tiene bastante claro.
¿Dónde están los chistes verdes??!! El que está verde eres tú chaval! que no sabes dónde estás. Si he conseguido crear una expectativa y has leído hasta aquí sólo porque tu subconsciente te puede…LO SIENTO…expectativa no resuelta…porque como la historia la escribo yo, TE JODES.
-- Sr.Fog --
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3 comentarios:
jajajaja!!! mparto!!! estaba claro qno se iba a incluir ningún tipo de chiste, si no recordamos donde dejamos nuestros objetos personales, como vamos a recordar un chiste??
s duro cuando no socializas porque no puedes participar en el repertorio humorístico, xo s más triste ver a l@s que van de graciosillos y no llegan.
recuerdo el trayecto en el que hablamos sobre esto!!
y pa verdes ya stan algunos viejos.
Esto me ha recordado a Usted, inestimable Señor Fog:
http://www.adn.es/blog/risto_mejide/cultura/weekend/20071123/POS-0007-Expectativas.html
¡Actualice Señor Fog con sus peripecias!
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